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En este artículo hablaremos del bienestar, centrándonos primero en el significado del término y luego en los métodos para conseguirlo o mantenerlo
Para muchos lectores el tema puede parecer trivial, pero no lo es en absoluto. Estar bien, otra forma de transmitir el concepto de bienestar, requiere un compromiso global y constante.
Por lo tanto, la búsqueda del bienestar es siempre «activa», entrenando la mente (a nivel psicológico y emocional) tanto como el cuerpo (en términos de funcionalidad e integridad), dos aspectos que están estrechamente relacionados.
Por otro lado, el compromiso no debe convertirse en «fatiga». Por el contrario, el objetivo es precisamente «no esforzarse«, lo que implica una cierta capacidad de auto escucha e introspección.
Reconocer la línea que separa el estrés positivo del negativo no es en absoluto sencillo, ya que esta línea es extremadamente cambiante.
El bienestar es, pues, un aspecto esencial, una especie de precursor, de lo que llamaríamos funcionalidad total.
¿Qué es bienestar?
El bienestar es un sustantivo que puede adquirir diferentes connotaciones, aunque siempre positivas, según el contexto en el que se sitúe.
No es casualidad que se utilicen términos muy similares, aunque no iguales, para transmitir el concepto de bienestar en diferentes contextos: well-begin (bienestar socioeconómico), wellness (bienestar inducido por el entrenamiento psicofísico), welfare (intervención de amortiguación social), etc.
Para nosotros, la condición de bienestar corresponde a un:
«Estado general de salud, basado no sólo en la ausencia de patologías, sino también en la capacidad de rendimiento físico esencial, y en un equilibrio psico-emocional que tiende a la positividad».
Veamos ahora los elementos que, según la definición anterior, son indispensables para el bienestar propiamente dicho.
Elementos esenciales
Como se ha mencionado anteriormente, la condición de bienestar implica ciertos requisitos fundamentales:
- Ausencia de patologías no hereditarias, es decir, adquiridas a partir de uno o varios errores del estilo de vida;
- Función motora esencial y/o avanzada, debido tanto al grado de entrenamiento motor como a la calidad total de la dieta;
- Equilibrio psicoemocional (como sugiere el término, corresponde a la combinación de la gestión de las emociones y otros mecanismos psicológicos);
- Actitud positiva, es decir, lo que llamaríamos «aptitud» para las vicisitudes de la vida cotidiana (algunos piensan que es una característica innata, pero no lo es); su importancia como «requisito previo» es tal que debería estar por encima de todos los demás.
¿Qué se entendía en el pasado por bienestar?
Básicamente, facilidad, disponibilidad y prosperidad. En dos palabras: la abundancia y la comodidad, que son los principales responsables de la obesidad, de las complicaciones relacionadas (especialmente las enfermedades metabólicas y el aumento del riesgo cardiovascular), de la reducción de la calidad de vida, de la discapacidad y de la disminución de la esperanza de vida.
Por ello, no es casualidad que las enfermedades metabólicas, es decir, la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus de tipo 2, la hipercolesterolemia, la hipertrigliceridemia, la hipertensión arterial primaria, la hiperuricemia y la gota, sigan denominándose «enfermedades del bienestar».
En segundo lugar, algunas enfermedades son completamente asintomáticas, comenzando directamente con algunas complicaciones específicas, o permanecen como tales hasta un alto nivel de gravedad pensemos, por ejemplo, en la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, el deterioro de la función renal, etc.
Así, una persona puede creer que se encuentra bien, pero seguir viéndose afectada por diversos tipos de molestias físicas, incluso graves. Esto requiere:
Controlarse periódicamente por ejemplo, con análisis de sangre una vez al año, control de la tensión arterial, etc.- independientemente de la «creencia» de que se está bien. Independientemente de la «convicción» de estar bien, superando el miedo (muy común) a «encontrar algo mal», o superando la pereza (igualmente común) de reservar una revisión médica.
La importancia de la dieta para el bienestar
La dieta es un aspecto decisivo para el rendimiento deportivo y el bienestar psicofísico.
Esto se debe a que un exceso de calorías conduce a un aumento de la masa grasa, favoreciendo el sobrepeso y la obesidad (base de muchas patologías del bienestar).
Sólo controlando nuestra dieta podemos establecer un equilibrio energético adecuado, es decir, el resultado de la suma algebraica de las calorías que ingerimos con los alimentos y las calorías que gastamos para sobrevivir y vivir:
¿Cómo se puede clasificar el balance energético?
- Neutral: Permite mantener un peso constante;
- Negativo: p¡Permite reducir el peso (principalmente perdiendo peso);
- Positivo: Te permite ganar peso (sobre todo ganando peso).
- Dieta y otros parámetros de equilibrio
Otros factores, como:
- El desglose nutricional de la macroenergía (porcentaje de calorías de proteínas, carbohidratos y grasas).
- La ingesta de minerales y vitaminas.
- El nivel de todos los demás factores, como el agua, la fibra, etc.
Atención: una dieta inadecuada es incapaz de soportar el aumento metabólico debido al ejercicio, convirtiéndose así en un factor limitante, en lugar de potenciador, para alcanzar el bienestar.