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Guía práctica para eliminar graffitis

Guía práctica para eliminar graffitis

Las mejores técnicas para eliminar graffitis

La eliminación de graffitis puede ser muy fácil, sólo hay que seguir unas cuantas reglas básicas. Estos nos ayudarán a adaptar el método a la superficie a limpiar y a garantizar que la pintura no deseada se elimine de forma eficaz sin dañar la superficie.

Hay tres métodos más comunes para la limpieza de graffitis: la simple eliminación de la pintura, los agentes químicos y la limpieza con un chorro de agua o abrasivo a presión.

En este artículo hemos escrito sobre los mejores métodos que se pueden utilizar para cada superficie. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para conseguir el efecto deseado al limpiar las superficies mediante diversas técnicas:

Pintado

La pintura adecuada es la mitad de la batalla. Tiene que tener un alto poder de cobertura, de lo contrario el graffiti empezará a salir por debajo de su capa en forma de los llamados sangrados, que tiene un aspecto muy antiestético.

Si no tienes tiempo para pintar toda la pared, al menos asegúrate de que el color de la pintura aplicada en el graffiti no deseado coincide con el fondo, o pintar una franja ancha en la pared desde el nivel del suelo hasta una cierta altura por encima del graffiti (entonces te librarás de la pintura no deseada y quizás consigas un interesante efecto decorativo).

Aparte de eso, el procedimiento es similar al de la pintura desde cero: asegúrate de que la superficie está limpia, seca, tiene buena adherencia y sin daños (sin grietas, picaduras ni corrosión).


Agentes químicos

Eliminar los graffitis con productos químicos es un método a tener en cuenta: ¡es muy peligroso! Es mejor evitarlo, por ejemplo, si la superficie es de difícil acceso. Si decides utilizarlo, recuerda protegerte con: gafas de seguridad, guantes de goma y ropa adecuada son imprescindibles. La ventilación adecuada también es importante.

Los productos químicos para la eliminación de graffitis suelen estar basados en hidrocarburos clorados, ésteres y acetatos de glicol o disolventes polares. A la hora de elegir un limpiador, conviene fijarse en el contenido de COV (cuanto más bajo, mejor, tanto para tu salud como para el medio ambiente) y en la forma de eliminar los residuos.

Muchos disolventes, al ser sustancias tóxicas, no deben entrar en el sistema de alcantarillado.

La forma de aplicar el limpiador depende de la superficie:

  • Las paredes de ladrillo o piedra deben fregarse con un cepillo,
  • El metal con un cepillo de alambre o papel de lija,
  • Mientras que las superficies sensibles o las que ya están recubiertas de pintura sólo deben limpiarse ligeramente con un paño.

Agentes químicos


Limpieza con chorro de agua o abrasivo a presión

La limpieza a presión es el método más eficaz y profesional para eliminar los graffitis. Sin embargo, requiere experiencia y una mano firme. La eficacia en este caso depende del ajuste de los parámetros de toda la intervencion.

El más importante de ellos es la presión. Debe ser lo suficientemente alta como para eliminar la antiestética pintura, pero al mismo tiempo para no dañar la superficie.

La eficacia de esta tarea también depende de la forma de la boquilla. Cuanto mayor sea el ángulo formado por las paredes de la boquilla, menor será la presión en la superficie y mayor será el alcance. Lamentablemente, se trata de una relación «o bien»: si se utiliza una boquilla con un ángulo de apertura muy grande cuando se limpia una zona grande, probablemente no se podrá eliminar por completo el graffiti, porque la presión será demasiado baja.

Por otro lado, una boquilla con un ángulo demasiado pequeño puede dañar la superficie.

Una cosa es el ángulo de la boquilla y otra el ángulo con el que el chorro cae sobre la pared. Debe sostener la boquilla en ángulo para que «enjuague» el graffiti de la pared y no «martillarlo» más en el sustrato.

El agua utilizada para la limpieza puede calentarse. Esta es una buena solución para los metales, ya que su expansión bajo la influencia del agua caliente ayuda a romper los enlaces con la pintura.

Por otro lado, si quieres añadir un disolvente al agua para que sea más eficaz, no es aconsejable jugar con la temperatura: si es demasiado alta, el disolvente se evaporará y en lugar de aumentar la eficacia de toda la operación, la disminuirá.

En cuanto a los abrasivos utilizados para la limpieza, la arena es la opción estándar y, hasta hace poco, muy utilizada.

Sin embargo, debido a la gran cantidad de polvo nocivo que se genera en dicha intervención, cada vez se utilizan alternativas más seguras. Como, por ejemplo: la cáscara de nuez, hielo seco y cristales de bicarbonato de sodio.

Así que los propietarios que tengas graffitis en sus paredes tienen muchas opciones a la hora de eliminarlos. Merece la pena tenerlos en cuenta y elegir el adecuado, y después de eliminar con éxito las pinturas no deseadas, lo mejor es aplicar uno de los revestimientos antigraffiti disponibles en el mercado que hará desaparecer por completo el problema.

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